martes, 18 de noviembre de 2008


El perfume más caro del mundo se llama “Amouage”. Se elabora en unos talleres de la localidad de Mascat (Omán) y las trabajadoras envasan a mano el perfume en pequeños frascos hechos de oro. El precio de este apreciado perfume ronda los 5.100 €uros.

tigre blanco



TIGRE BLANCO
Los tigres isleños son más pequeños que los continentales, y los que habitan en zonas muy cerradas y cálidas más oscuros que las poblaciones norteñas o de mesetas y montañas. El color del tigre ostenta un fondo que va desde el crema pálido de los tigres siberianos al rojizo amarillento de los isleños. Las rayas oscuros, siempre asimétricas, varían mucho en intensidad y profusión entre unas y otras razas e incluso entre los mismos individuos. Los menos rayados son los tigres norteños. Los más abigarrados los de las islas del sur. Resultan una excepción cromática los tigres blancos de la India, relativamente comunes en el principado de Rewa. Estos hermosos animales presentan un fondo blanco cremoso con rayas grisáceas o de color carbón. Y no pueden considerarse albinos porque sus ojos son de un hermoso azul verdoso. Parece que se trata de una variedad muy clara.

viernes, 14 de noviembre de 2008

super sismo


LOS ÁNGELES (Agencias).— El más grande simulacro en la historia de Estados Unidos fue realizado ayer en el sur de California, con la participación de más de cinco millones de residentes, que se tiraron simultáneamente al suelo y se escondieron debajo de mesas y escritorios durante dos minutos, que se prevé podría durar un terremoto de grandes proporciones.
El ejercicio se basa en el supuesto de que un temblor de magnitud 7.8 se genere en la Falla de San Andrés, una gran grieta subterránea que se extiende por cientos de kilómetros a lo largo del estado. El hipotético sismo, que tendría una fuerza similar a la del que azotó San Francisco en 1906 y al que apenas en mayo pasado devastó la provincia china de Sichuán, también constituye la base del ejercicio Golden Guardian del año: un día en que se efectúan simulacros de desastres para ver la respuesta de servicios de emergencias que se realiza en todos los estados.
“Esto nos ayuda a mejorar nuestras habilidades”, indicó Patricia Aidem, una portavoz del centro médico Providence Holy, en las afueras de Los Ángeles, cuya sede de traumatología tomó parte del simulacro masivo. “Vivimos en un país sísmico, así que estar preparados para ayudar al público es simplemente una increíble ventaja para la comunidad”, agregó.
Acciones de respuesta se dieron con personas que se colocaron debajo de mesas; otros se protegían y buscaban un lugar seguro, mientras que otros llamaban a actuar con serenidad y a no perder el control.
En California se estima que en la placa tectónica existen más de mil fallas sísmicas, siendo la más profunda la legendaria Falla de San Andrés, que se considera podría causar el llamado Big One (El Grande).
Ese terremoto afectaría 10 mil kilómetros cuadrados de este estado y se padecería con más virulencia en las áreas cercanas a la falla como Coachella Valley, Inland Empire y Antelope Valley, así como en el este de la ciudad de Los Ángeles, donde los sedimentos del sustrato atraparían las ondas de propagación. “En la situación geológica en la que estamos es una certeza que va a ocurrir, esta falla no está muriendo todavía, está muy viva y muy activa”, explicó el profesor de sismología del Instituto Tecnológico de California Jean Paul Ampuero.
El operativo de ayer inició a las 10:00 de la mañana (tiempo local) y de manera coordinada y siguiendo las recomendaciones de especialistas, cientos de miles de personas participaron en el momento en que éste ocurrió. En total, 5.3 millones de personas se registraron en la página web www.shakeout.org, que fue la que coordinó el evento, asesorada por expertos.
En el servicio de transporte público, en hospitales, oficinas públicas, bancos, escuelas y demás sitios se efectuó el simulacro con el fin de proteger y salvar vidas.
“Agacharse, cubrirse y esperar”, fue el lema del evento. En una variación a los simulacros de la guerra fría que indicaban “agacharse y cubrirse”, se pidió a los participantes que se arrastraran hasta quedar bajo los muebles con los brazos sobre la cabeza y el cuello, hasta que el movimiento se detuviese. Los participantes fueron guiados por un mensaje distribuido a empresas y escuelas y reproducido por radio y estaciones de televisión.